Desde hace unas décadas hemos entrado en lo que se dio a llamar la Sociedad de la Información y el Conocimiento y como todo gran cambio en lo Social ha repercutido de manera significativa en la Educación.
Debemos entender que las llamadas sociedades de la información y la comunicación han surgido con el uso e innovaciones intensivas de las tecnologías de la información y las comunicaciones, donde el incremento en la transferencia de información, modificó en muchos sentidos la forma en que se desarrollan muchas actividades en la sociedad moderna.
Ante este nuevo panorama social la Educación tiene un gran desafío el cual será preparar a los individuos para poder desempeñarse en lo que se considera la sociedad del conocimiento.
Esto trajo arraigado que todos los docentes nos entráramos a preparar para enfrentar los desafíos de los avances de la tecnología preguntándonos ¿cuáles saberes serán los necesarios para sobrevivir en el futuro?
Pues es cierto que muchas veces los alumnos saben más acerca del uso de las tecnologías que nosotros, pero nuestro desafío es engancharnos en esta “onda” y poder hacer uso de las herramientas para poder mejorar nuestra práctica y motivar a nuestros alumnos.
Particularmente mi formación primaria fue en un ámbito donde la tecnología no era tan trascendental o por lo menos yo no la percibía; luego en lo que fue mi paso por la secundaria adquirí conocimientos de lo que era la computación pero ni así me imaginaba el mundo tecnologizado que nos esperaba. Poco a poco fui acercándome a lo que sería un gran cambio en todo lo referente a la tecnología donde la información viaja con una velocidad incalculable de un lado a otro del planeta en cuestiones de segundos. Y esto fue lo que ha marcado mi formación universitaria donde ahora me es imposible imaginar sobrevivir sin las utilidades y comodidades de la computadora, de Internet, de los e-mails, de la tecnología de los celulares que cada vez se tecnologizan aún más y están cerca de reemplazarnos a nosotros mismo en miles de actividades.
Creo que además de facilitarnos muchas cosas los avances tecnológicos nos ha hecho olvidar de muchas otras cosas que son esenciales en la formación del SER HUMANO como humano. Vivimos preocupados por ponernos al día con las informaciones y la tecnología que ya nos hemos olvidado de que somos seres humanos y que hay cosas que sólo lo podemos realizar nosotros, pero como seres humanos, que no podemos reemplazarnos con una máquinas, con Internet, ni con un simple mensaje. Y es aquello de la condición humana en sí de la que nos olvidamos.
Edgar Morin, propone en su artículo Los siete saberes necesarios para la educación del futuro “Enseñar para la comprensión Humana”, la cual se ve fragmentada en los currículos escolares y hacen olvidar que el ser humano es Físico, biológico, psíquico, cultural, social e histórico. Y en esto nos cabe un poco de la culpa; siempre estamos preparando clases donde sólo nos importa enseñar un capitulo, desarrollar tal o cual habilidad, pero no nos interesamos en lo que los alumnos necesitan en lo que los ayudaría a entenderse como seres en el mundo y entendernos en nuestra complejidad y multidimensionalidad.
Además debemos enseñar para discernir de entre tanto aluvión de información cual es aquella pertinente para nuestra tarea y a esto debe avocarse la educación además debe favorecer la aptitud natural de la mente para hacer y resolver preguntas esenciales y correlativamente estimular el empleo total de la inteligencia general.
Y esto debe volverse una cuestión importante a tener en cuenta y a no olvidar cuando planificamos.
Con todo esto ya tenemos bastante por repensar en nuestras prácticas y mirarnos hacia nuestro interior y ver qué cosa debemos cambiar, cuales ajustar y cuales añadir a nuestra formación. No olvidando de que el ser humano está siempre en formación donde la misma consiste en encontrar formas. Esas formas que hace que uno sea lo que es como profesional. También esas formas son las que se adquieren durante toda la vida, pues la formación no termina cuando termina el cursado de una materia o un curso de perfeccionamiento sino que cuando termina la vida. Esa forma la adquiere uno cada día que enfrenta el aula y todo lo que en ella acontece donde todo es impredecible e incertidumbre.